Descripción
Sobrevivir a trabajos de mierda y darse alegrías romántico concupiscentes son temas universales que no le pueden resultar muy lejanos. Lo de chuzarse y filosofar en estado de embriaguez me da que tampoco puede caerle demasiado a desmano. Ya tenemos un match clarísimo. Luego ya lo de la militancia comunista puede que le pille cerca o en casa dios, lo que es incuestionable es que el sexo entre afines al pacto de Varsovia siempre ha sido mucho más juguetón, grato y churretoso que los frotis entre los parguelas adeptos a cualquier otra proposición teórica del espectro político. Adrián Bago da fe de ello en este joyón de costumbrismo ibérico en el que diserta, escucha, se mama, curra, se escaquea y percute, básicamente todo aquello que nos diferencia de las plantas, los hongos y los protozoos. También escribe y dibuja como dios, un dios ateo quiero decir, nada de artificios, panes y peces, eh, todo a base de fuerza de trabajo, papel y tinta, lirismo y cogorzas.